lunes, 29 de enero de 2007

Dejà Vu En Blanco Y Sobre Todo Negro.


-¡No chingues, apoco…! ¿Pero como es que…?
Aquella mañana me levante un poco tarde, serían como las 10 a.m., ese día ni en el reloj me fijé, el destino quería sorprenderme y lo planeaba hacer de la manera menos imaginada.

-Ma!, ¿Qué hay pa’ desayunar?
-¿Pues crees que soy tu gata o que fregados?, no he hecho nada todavía, ten. Mamá sacó un billete de 50 con la cara de Morelos toda arrugadita. Traes medio de huevo, ¡pero los checas!, ay de ti que si traes uno roto, ya sabes como es de cabròn don Arturo.

Me puse mis Convers, no me peiné pero me puse gorra, un poco de agua en la cara para quitar las lagañas y listo.
“La tiendita” era a donde iba, me quedaba a escasas 3 cuadras. Como bien lo decía mi madre don Arturo era mañoson, sin siquiera planearlo había creado un monopolio a base de gomitas de mala calidad, tortillas de sabe de cuando y abarrotes a un paso de la putrefacción, sin embargo, era lo único que las familias podían adquirir con lo pequeño que era su bolsillo.
Iría más o menos a la mitad del camino cuando la puerta de la casa ubicada sobre la calle Rivera marcada con el número 302 se abrió. El mundo empezó a rodar a un cuarto de su velocidad normal, primero vi su mano que empujaba la puerta, su muñeca llevaba numerosas pulseras, después asomó su pierna izquierda, para por último mostrar el resto de su anatomía. Pero desgraciadamente la distancia me impedía ver su cara. Llevaba unos Vans, camisa verde pantano con estampados de algún grupo musical que no reconocí y una falda que le colgaba por debajo de las rodillas, era como fabricada para aparecer en los sueños y despertarte con un beso en la mejilla.
Levantó la frente y el sol le dio directamente en la cara, permitiéndome ver su cara… esa cara era…
-¡No chingues, apoco…! ¿Pero como es que…?
Lo dije casi gritando, ella volteó hacía mi y regresó a su casa. Volví a reaccionar, y apreté el paso para salir de su alcance visual.
-¡Puta madre! ¿Qué hiciste wey? Pero es que esa imagen la llevo soñando días tras días, su cara, la casa, a huevo que era igual. ¿Significará algo?

Me apresuré para volver a pasar por su casa, ni revisé como venían lo huevos, lo único que quería era verla otra vez. Pero por más que torcí el cuello después de haber pasado por su casa, nunca más la volví a ver, sólo en mis sueños, noche a noche, siempre lo mismo… ella sale de su casa, el sol le da en la cara y se vuelve a meter…

lunes, 22 de enero de 2007

El milagro

El siguiente es un fragmento de un cuento. Se divide en 2 partes; para crear suspenso en la historia. Nótese que la palabra dios no la escribo con mayusculas, esto es debido a que soy ateo; así que no se fijen en eso y disfruten.

La noche estaba postrada sobre una cantina de un pueblo sin nombre. En ella se encontraba la abominación de una sociedad viciosa. El cantinero (un tipo honesto, feliz de la vida) lidiaba con problemas engendrados por sus productos.

Dieron las doce de la noche; el cantinero estaba por cerrar; pero llegó una visita inesperada. Era el padre de la iglesia.
-Buenas noches padre. ¿Necesita resguardo de la noche?-
El padre solo contestó:
-Podemos entrar-
El padre no era de esas personas que se les pudiera catalogar de tímida; su fe en algo inverosímil era más que asombrosa. Por donde caminaba santificaba a todos; hablaba en las misas del amor al señor y del respeto al prójimo. Una persona reprimida por las leyes de bondad absoluta tenía que desahogarse de una manera u otra; simplemente el cuerpo no aguanta lo que la mente no le ordena. La bebida tenia que acabar su sed de respuestas.
Entraron a la cantina y ambos se sentaron como de costumbre. El cantinero le sirvió un vaso de tequila.
-Toda mi vida me e pasado con la ilusión extraña de mi fe; cuando era niño me gustaba ver el cielo, imaginar el paraíso; sentir el universo sobre mi cuerpo; en esos momentos todos mi sentidos estaban conectados a la naturaleza. Fue hasta el día de hoy que me di cuenta de que todo era fantasía-
El cantinero sintió miedo y tristeza a la vez; el no era quien para confesar a un padre; pero sin embargo dijo:
-Como puede decir tal cosa; ustedes son preparados para ser perfectos- Al cantinero lo invadió la duda, se acercó a escucharlo mejor y preguntó. -¿Qué pasó?-
El padre contestó:
-Dios no quiere hablar con migo-
-¿Alguna vez habló con usted?- El cantinero no sabía que pensar. El solo era creyente hasta cierto punto; el solo hecho de pensar que una forma incorpórea desarrollando una serie de acciones somáticas tales como hablar le infundía escalofríos.
-No quiero decir que alguna vez me habló solo que me sentí decepcionado al saber que lo podía hacer- tomó cerveza.
El cantinero le sirvió otra copa; el efecto todavía no era efectivo. Anteriormente había tratado con borrachos, de modo tal que conocía cualquier tipo de disparates; conocía cuando las personas estaban sobrias solo con escuchar su tono de voz; sin embargo esa noche parecía que el padre estaba en sus cinco sentidos.
El padre empezó a contar una historia mal fundamentada y poco creíble para la ciencia humana.

Un día después de la misa dominical, él se me acerco en silencio. Yo pensaba que quería confesarse. Pero fue todo lo contrario.
El templo estaba en completo silencio. Ante lo ojos de la virgen él me dijo:
-Padrecito… la cosa es esta. Yo caminaba por un sendero alejado del pueblo, cerca de una cascada, miré al cielo y…le juro que dios me habló-
El padre sintió envidia; uno creería que se pondría escéptico; pero esa no era la actitud de un padre. Tras años de estudios y preocupación mental, acabando con su libertad y atándolo a una serie de normas estrechas que constituyen los valores del episcopal.
-¿Cómo puedes decir eso?; dios solo habla con las personas que tienen que decir algo importante-
El hombre no se enojó; simplemente dijo:
-Le juro que me hablo-
-Bueno quiero confiar en ti- El padre trataba de ser amable ante todo; aunque esto involucrara creer una blasfemia; le siguió la corriente para ver hasta donde llegaba la historia.
-Me dijo que usted me mataría-

domingo, 21 de enero de 2007

Papitas de maíz

Lo conocí hace mucho tiempo, creo que fue en la secundaria, siempre me pareció un wey buena onda, con sus problemillas y sus excentricidades, pero nunca rebasando los que la sociedad pide como requisito para seguir dentro del círculo de monos. Pero en fin, desde ese entonces somos muy amigos namas que ya no lo he visto, es un wey que tiene su propia vida, aunque somos muy amigos. Cada ves que lo veo lo saludo muy afectuosamente, nada mas que muy pocas veces me lo topo entre mis viajes, y ya ves que el universo es infinito.

Conociéndolo mejor uno ni se daba cuenta de las cosas que hacía, despues de todo siempre pareció un chavo normal. Pero resulta que despues de tocar siempre en el mismo grupo, uno se da cuenta que es un gran tipo, es muy solidario y honrado y una persona muy noble, o no se, siempre tubo una personalidad muy agradable, que me hacía seguir siendo su amigo. Despues uno de los batos que vivía por su casa llegó, se llamaba Josué, en la prepa cursamos por el mismo salón, era un bato que nunca llegó a ser muy amigo mío, pero lo interesante no es como ni donde lo conocí ni lo que fue de el, solo es importante lo que mi dijo cuando se enteró de la gran amistad que tenía. Despues de la saberlo me dijo algo como: "Apoco, ¿Eres camarada de ese wey?". "Simón es mi mejor amigo ¿por que?" le respondí. "Ese wey es bien raro no te juntes con el" y le respondí: "¿Por que?". Y entonces me dijo que nunca salía de su casa, que el trabajo de sus jefes era normal, y que ellos también lo eran, que eran buenas personas y muy agradables vecinos, lo raro era un habito que tenía: todos los días, para eso de las 5 de la tarde, se iba para la central de autobuses, esa la que está por el metro; caminaba un buen desde su casa, tomaba el metro y al entrar a la estación daba vuelta a la derecha, y entraba a los baños, me dijo que un amigo suyo, que no reveló su nombre, lo vio entrar en uno de los baños, no me dijo exactamente lo que hizo, por que ni el lo sabe, las puertas son de esas que no se puede ver pa dentro, solo me dijo que pasaba horas ahí, salía a las 8 de la noche y se dormía, dicen que hace eso desde los cinco años, que a veces hasta llevaba libros, tareas y comida. Me sorprendió lo que me dijo. Despues de haber agarrado un buen de valor decidí preguntarle de aquello, despues de haberle de preguntado me sonrió, solo me pidió que lo acompañara. No dejaba de pensar en un número ilimitado de perversidades que podía hacer en aquel baño, pero aún así la duda me hizo aceptar su invitación y lo acompañé.

Al llegar a la central de autobuses dimos vuelta a la derecha, y entramos en uno de los baños, uno de esos que andan todo rayado y descuidados, no puedo revelarles con precisión el lugar exacto, por obvias razones. Cerró la puerta y ahí estábamos, casi sin espacio, dentro cubículo, yo le miraba a la cara, el no dejaba de ver el baño. Expandió el brazo y despues de decir algo así como: "papitas de maíz" bajó la cadena. De repente todo a nuestro alrededor se volvió negro, y las paredes que nos estorbaban desaparecieron entre las sombras, a nuestro al rededor aparecieron esferas de diferentes colores, algunas con colores que ni siquiera logré reconocer. Me miró y me dijo: "La verdad no se ni que pedo con esto, he hecho esto desde los cinco años como de seguro te han contado, pero nunca he sabido nada sobre este lugar, ni de la razón de su existencia, ni sus creadores, solo se esto: mira las esferas, esas esferas representan mundos y civilizaciones de otras realidades o de otros planetas, o no se, cada una me lleva a donde viven extraterrestres algunos raros y otros semejantes a la teacher de ingles, he viajado mucho tiempo, he visitado muchos mundos, en cada uno de ellos me conocen y me reciben con los brazos, o los tentáculos abiertos, y en cada uno de ellos me han agarrado mucho aprecio y les da gusto que los visite, y de alguna manera platicamos como que conocen el español tantillo, de hecho lo hablan muy semejante a los batos de reforma. Pero toda esta maravilla ahora es nuestro secreto". Despues me hizo tomar una esfera azul, y regresamos al baño de aquella estación de autobuses.

Desde ese entonces no he hecho mas que viajar, he recorrido muchos mundos, he aprendido mucho, y predico en cada mundo la existencia de las realidades alternas, de otros mundos, de lo herrado que es la teoría de la soledad en el universo, y me han llegado a considerar un héroe en sus mundos, en algunos incluso dicen que soy un dios, pero cada raza es muy civilizada, o al menos lo suficiente como para no llegar a matarme. En mi planeta natal no he dicho nada, sigo llevando una vida normal, con esposa e hijos y nunca les he contado mi secreto y es que la verdad no vale la pena decir nada, ya tenemos suficiente con los locos que andan por ahí diciendo tantas cosas similares, además ¿de qué serviría? los humanos solo saben sacar el lado malo de las cosas. Pero en fin, ya hasta estoy organizándome unas vacacioncitas para irme a un planeta que vi en uno de mis viajes, estaba muy bonito, las playas eran preciosas y los hoteles baratos y elegantes.

sábado, 20 de enero de 2007

El principio

¿Que es el inicio?

Bueno básicamente esta pregunta nos la hemos hecho desde el principio de la conciencia. Ya sea los griegos ablando de Urano, Gea y Eros hasta acabar con la teoria de la creación de dios en la actualidad.
En si la vida es englobada en un principio y un fin. De esta manera nos destruyen la idea del infinito. Si el universo es infinito entonces también su origen es infinito. Cuestionarnos esto para muchos podría ser incomodo; gracias a esto la sociedad impone una serie de normas que comprenden un limite al hablar de conocimiento; ¿que quiere decir esto? Bueno si buscamos la forma más básica de las acciones que realizamos, detectaremos que todos vienen a este mundo para comer y dormir. Todas las demás acciones que realizamos podrían verse como innecesarias. Pensar que no existe razón para vivir crearía el caos. Esta es la razón de por que nos imponen limites para pensar.
El tiempo no es más que una serie de sucesos acomodados por la deducción humana. Por esto no podemos saber si existió un inicio. Lo más probable es que el tiempo siempre estuvo ahí y de esta manera se puede asegurar que el tiempo empezó cuando llegamos a la vida.
Por eso el BlogSpot de En el Desierto es un serie de ideas que siempre estuvieron ahí, retumbando en lo mas oscuro de la mente humana